Yo -yo, o sea, yo- decidí enfrentarme a todos los que insistan con "los errores que cometimos", que en realidad quieren decir "los errores de Cristina y/o la culpa es de la Cámpora".
Los acuso de estar intoxicados de clarinismo y ergo, ser funcionales a su proyecto de sufrimiento para las mayorías mientras una minoría ínfima -porque es así, esa de la que hablo es ínfima- expolia al país y compromete su futuro como nación libre.
Sostengo de ellos que son los mismos que sostuvieron que "la 125 fue un error", cuando el único error de la 125 fue haber perdido, el tiempo lo ha demostrado y se perdió porque hubo diputados y senadores propios que se pasaron de bando, no sé si les suena.
Sostengo que son los mismos que decían "sí, pero el Indec" sin saber nada en absoluto de cómo se calcula la inflación, qué representa el IPC, permitiéndose decir, insisto, sin saber un carajo que la inflación "no era la del indec" simplemente porque se lo decía Clarín, y no creyéndole a Moreno, a quien casualmente muchos de esos hoy adoran.
Sostengo que son los mismos que dicen "sí, pero Boudou" sin saber nada nada del tema Ciccone. sin averiguar quienes son los implicados, que es lo que estaba en juego. Sin reflexionar ni un segundo que en realidad Boudou era "el delfín", y siendo que a Cristina "no le entraban balas", fue dispararle a las ruedas. Y vaya si lo consiguieron.
Y esa costumbre que tienen -tenemos- de echarle la culpa a la clase media. El macrismo ganó en las clases acomodadas y en los muy pobres. PERO GANÓ LA ELECCIÓN NACIONAL EN CÓRDOBA. Ése es un hecho incontrovertible. Es un error el que cometemos cuando nos centramos en putear a la clase media. Estoy razonablemente convencido que en la clase media posta posta ganamos por paliza. Sin Córdoba...
OJO OJO OJO. Yo -yo, o sea, yo- no creo que todo haya sido perfecto, aciertos, etc. Simplemente creo que diariamente se conjugan miles de factores en las vidas individuales que hacen que toda decisión implique una pérdida en algo. Si esto es así en el propio devenir ¿imagináte si gobernás PENSANDO EN LOS DEMÁS, como es nuestro proyecto, más que proyecto, nuestra idea del mundo, de cómo nos relacionamos con los demás? Consciente o inconscientemente, siempre hay una renuncia. Es avanzar y retroceder.
Pero yo no me refiero a eso(s). Me refiero a los individuos, de los que hay millones, que a la hora de evaluar toman los argumentos del enemigo sin ningún espíritu crítico.
Y no aportan nada. Porque, hablando en serio, los marcos de referencia desde el cual la crítica se enuncia no es que sean diferentes. Son opuestos, son incompatibles. De quien quiere destruirte no podés tomar nada como objetivo, al contrario, tenés que escuchar con atención para saber cuáles son sus intereses, de qué quieren apoderarse. Esa es la regla de hierro para tratar con ellos. Y lo dijo la jefa una y otra vez -para mí, o sea, para mí fue la jefa desde mucho antes de que el término se hiciera popular y lo será hasta el fín de sus tiempos y/o los míos- "pibe, estamos hablando de IN-TE-RE-SES".
Yo -yo, o sea, yo- trato de escaparle a las descalificaciones light del tipo "tibios, traidores", etc. Me parece que no aportan nada, que son términos que obturan toda discusión. Son palabras que ponen una cortina opaca que no deja ver en su totalidad la realidad de los hechos.
Hoy más que nunca tenemos que ver los hechos DE FRENTE.
Hoy tenemos que pensar más que nunca, despojarnos como nunca de prejuicios a la hora de reflexionar sobre pasado y presente. Se me ocurre como ideal ponernos en grupos a preguntarnos mutuamente "¿y por qué, y por qué, y por qué?", a entender, de cada fenómeno que atraviesa a las sociedades que habitan este territorio, origen y devenir. A ver si así logramos salir de las conclusiones premasticadas que nos entrega el enemigo y a veces los amigos. Por si no se entiende lo que propongo, ponéle, ¿por qué aumentan las cosas?, y tratar de imaginarse la cadena de acontecimientos, ir del último al primero. TODO LO QUE HAY AHORA TUVO UN ANTES, Y ESO DE ANTES, OTRO. Tratar de ser consciente de esa cadena de acontecimientos.
Esa, para mí, es la única forma de lograr inmunizarse del mensaje de los clarines del mundo. Porque eso es la que hacen: llenando al mundo de ruido, ocultan los antecedentes, las pruebas. Si logramos automatizar, como un acto reflejo, qué es lo que hubo y por qué, a uno ya no le entran tantas mentiras.
Y ahí tenemos alguna posibilidad de... se irá viendo.
No todo depende de uno. Ni de lejos. Hay momentos en los que toca perder, las corrientes históricas son así, el enemigo acumula poder, quienes mejoran sus condiciones de vida se aburren y "quieren cambiar". Es tan obvio que resulta inverosímil, pero es así.
Y además está Córdoba. Que, en los hechos, es la única razón de la derrota.