lunes, 9 de febrero de 2015

DE FRENTE

A ver. Si EN LOS HECHOS Nisman colaboró con toda intensidad en el encubrimiento de los autores del atentado de la AMIA -9 años a la cabeza de lo que debería haber sido una investigación y no lo fue nunca lo atestiguan INDUBITABLEMENTE- ¿por qué su deceso, por mano propia o por las personas a quienes convenía su partida, QUE NO ES EL GOBIERNO, debe merecer un trato especial, una condolencia particular?

¿Por qué pensar que es una víctima especial, particular?

¿Por que murió?

Miles de personas mueren a diario en el mundo, millones han muerto  manos de quienes a quien los Nisman de toda la historia de la humanidad historiada han servido sin ninguna limitación.

YA ESTÁ COMPROBADO QUE NISMAN NO ERA UN HÉROE.

Lo padecen los familiares y amigos de las víctimas de la AMIA, incluso aquellos que misteriosamente endiosan a alguien que les echó humo en los ojos 9 años como ahumador principal, y quién sabe cuántos más en un segundo plano.

Nisman debería estar vivo y desempleado, y quién sabe si procesado por sus complicidades.

Muerto, merece que lo extrañen sus familiares.

Nada más.

Ninguna condolencia especial para alguien que practicó, visiblemente, la indiferencia hacia el sufrimiento de decenas, centenares, miles de personas.

Y que incluso, como acto final, intentó, con los medios que tenía a mano, acabar con la democracia.

La hipocresía, lo más lejos posible.

Que siga siendo el patrimonio exclusivo de los suyos.

RH

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