domingo, 28 de julio de 2013

Los dueños de la tierra


Hoy, en su magnífico artículo -como siempre-, Zaiat nos cuenta que contra lo sospechado, a diferencia de en otros sectores de la economía, en lo que respecta a la tenencia de tierra, en los 90 no se produjo una extranjerización. Las oligarquías siguieron siendo dueñas de la tierra.

Remarco lo obvio: las oligarquías SON extranjeras, lo fueron siempre, o más que extranjeras, supranacionales. A finales del siglo XIX y hasta mediados del XX, , así como un gran metalúrgico tenía que ser alemán (e.g. Krupp), un gran terrateniente, un gran agrogarca, tenía que ser argentino. Tan es así que en Francia, aún hoy, se dice "rico como un argentino", y proviene de aquellos tiempos de manteca al techo y vacas en bodega.

O sea: no son la patria, ni son patriotas, aunque cacareen o mujan el himno muchas veces. Su rol en la división internacional del trabajo es ése, para ellos y para los demás (los que deciden la truchada de la división internacional del trabajo), asi como para ellos y para los demás, todo lo otro tiene que ser de los demás, porque nuestro papel, el del resto de la sociedad que para su pesadilla caímos dentro de SU terreno, es que una minoría les cocine, les planche y les tape los chanchullos extramatrimoniales y extralegales. Y que el resto se joda.

Esa cosa megalómana que ya no se banca.

"Tenemos los mejores jugadores de polo del mundo".

¿Cómo no los vamos a tener, si al polo no juega nadie?

RH



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