jueves, 9 de febrero de 2012

Ya te estás volviendo canción

Cuánta tristeza, cuánto dolor.

Otro flaco, que tenía la misma edad que tendría el otro flaco ahora

Hay músicas que son la banda sonora de la vida de uno... ésta no. El flaco, su música son la vida de uno. No son canciones (solamente). Siempre está el flaco pegado a la canción.

Un flash: vi a Pescado Rabioso en un baile de carnaval del 72, o sea, ahora se cumplen 40 años. Yo tenía catorce recién cumplidos. En la memoria, sudor, calor, voz desgarrada, Postcrucificción, Madreselva, Me gusta ese tajo ¿qué? ¿qué dice?

Y ese disco verde que no podía meter en el estante porque era todo raro ¿viste?

Y después Invisible, el diluvio y la pasajera, y más...

Y las puteadas porque los discos de Talent venían casi siempre rayados.

Y después la dictadura.

Y hacia el final, ese milagro, Kamikaze, una luz entre tanto silencio ominoso, de cemento, de sangre, de dolor.

Y ahí, quizás mi tema preferido, raro, oscuro como todo el disco.

"La aventura de la abeja reina"

Dolor, dolor, cuánto dolor. La vida de uno que se va, que se hace noticia sensacional en esas desgracias mediáticas que tanto mal han causado a este país.

No importa. Importa transitar esta tristeza, recobrar esa vida que aún nos espera con los brazos abiertos. el flaco, los flacos siguen con nosotros

Y ahora, ya se están volviendo canción.

Barro tal vez

RH

BARRO TAL VEZ

Sii no canto lo que siento
me voy a morir por dentro
he de gritarle a los vientos hasta reventar
aunque sólo quede tiempo en mi lugar
si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar
ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo
canción barro tal vez....
y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar
ya me apuran los momentos
ya mi sien es un lamento
mi cerebro escupe ya el final del historial
del comienzo que tal vez reemprenderá
si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar
ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez...
y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar

1 comentario:

  1. Almendra me deslumbró cuando asomaba a la adolescencia.
    Cuando llegó la dictadura, la música del Flaco se volvió como el otoño. Lánguida, tristona. Era el clima que teníamos adentro en aquel momento.
    Y después hizo brillar a ese Jade; que maravilla, cuando ya asomaba la esperanza.
    En los '90 le perdí el rastro; ya no me inquietaba su música. En los '90 fue como entrar en otra dimensión, bizarra, y al Flaco no lo tuve. Hoy lo recupero con toda la emoción de quien me dejó una fuerte luz en momentos indispensables de mi vida.

    Abrazo.

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