martes, 11 de octubre de 2011

El punteo después de octubre

Falta poco para el ansiado final de año, que en esta oportunidad operará en la anteúltima semana de octubre. Es el final de un año electoral federalizado como pocos, en el que muchas elecciones provinciales tuvieron público y rating. Cansador pero no hastiante, el ejercicio profuso del derecho a voto pareciera unificar al país virtual y acercarlo al real.

¿Cómo será la etapa que sigue? Eso no lo se; lo que si se puede arriesgar es un esbozo de agenda, o un punteo de temas que a uno le preocupan (y/o lo esperanzan).

Digamos que el 23 de octubre la Señora repite los guarismos del 14 de agosto, más un plus que da el brillo del que va a ganar (no digo que alguno no pueda convencerse concientemente a último momento, nunca es tarde para la reflexión). El oficialismo seguirá siéndolo, pero la oposición casi casi como que no. Es posible que alumbre una oposición al estilo, ya que a pocos se les ocurriría agarrárselas con el modelo. No a Binner posiblemente (agencia un gorilismo peinado a la gomina, sin estridencias ni escándalo, casi convivible), y seguramente tampoco Sabatella (cuyo juego es peligroso -por posibilidad de desdibujamiento- pero inteligentemente desarrollado). Los otros, la verdad tienen todas las posibilidades de ser las hojas que el viento arrastra. Hasta la prensa "seria" los ha abandonado y se burla de ellos sin piedad.

¿Cuál es el punteo entonces? En desorden, van algunas cosas…

Consolidar el crecimiento -posiblemente un poco más lento- y el perfil industrialista. Eso implicaría armonizar la "dependencia" del mercado brasileño en algunos rubros (como el automotriz) para que la crisis primermundista no golpee por ahí. Y también, desengancharse cada vez más de las retenciones a la soja (que deben seguir cobrándose, qué va) y ensanchar el campo promisorio de exportaciones con alto valor agregado. Una vueltita por Tecnópolis le dio un empujón a la esperanza de este poco leído en cuestiones de ciencia y tecnologías aplicadas a la industria (pero que las hay, las hay).

Continuar incorporando fulanos al consumo (un mercado interno más grande), lo que implica la expansión del empleo genuino y su llegada a sectores que aún están muy rezagados. Y aquí el famoso tema de una mayor justicia social, mayor redistribución del ingreso en gran medida a través del trabajo. Contemplar también, que se deberá seguir subsidiando -esa es la palabra- a aquellos que no podrán ya (por múltiples razones que nos hablan de un pasado miserable y brutal) incorporarse al mercado de la mano de obra.

Una imprescindible reforma financiera, tal vez uno de los debates pendientes más polémicos y endemoniados. ¿Cómo lograr que la banca financie el desarrollo, la construcción por ejemplo? Que financie algo, sin cobrar tasas cuasi usurarias. En esto va el crédito hipotecario real para gente real (esa que hoy no puede acceder a las absurdas e hipócritas condiciones del "mercado").

En otro punto, el tren. Recuperar la red destruída en el menemismo y proyectar la red futura revalorizando un medio de transporte rápido, seguro y limpio. Pino no es el dueño del tema, también se puede hacer algo útil sobre el particular.

Uno dice "agenda", "punteo" de temas, pero tampoco es tan sencillo. Se mezcla con lo que ya está planteado, pero debe desarrollarse. Tenemos la implementación concreta de la Ley de Medios, un tema central. Canales comunitarios, sindicales, provinciales, producciones locales, y etc, etc. Paralelamente la Televisión Digital Argentina será una realidad y llegará a todos los hogares del país.

Continuará cumpliéndose con la Asignación Universal por Hijo, pensando en ampliar sus efectos llegando absolutamente a todos los que deben ser beneficiarios.

Industrialización para el siglo XXI, integración con justicia social, ampliación del MERCOSUR y consolidación de la UNASUR, desarrollo económico que tienda a la armonización regional (el federalismo pendiente). Son títulos en los que podemos pensar y no sólo soñar (como hace unos años atrás, para ser más precisos, ocho años atrás).

Imagino que volveremos tema por tema, con el tratamiento que merecen, a opinar, acercar información, investigar y todo eso. Mientras, todos sabemos que las elecciones se ganan contando votos el 23 de octubre a partir de las seis de la tarde (¿será un pensamiento hegemónico?).




Edelmiro F.

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