sábado, 15 de octubre de 2011

Cuento porteño gótico- humorístico


Hay por Almagro una galletitería bien antigua; de esas que te ofrecen cosas como galletas especiales, pan dulces caseros, etc. Cada vez que paso por ahí me gusta entrar y comprar cualquier cosa, están buenos esos locales tradicionales que atraviesan las edades y que ahora, en estos tiempos que vivimos tiene asegurados unos cuantos años más de perviviencia.

Hoy fue una de esas veces; había atendiendo un pibe peladito del estilo de Pablo el de la revista Barcelona, y un señor de mí edad más o menos. Cuando entré el pibe le decía a una cliente yo todavía hoy no puedo creer que hayan sacado ese porcentaje en las PASO, sigo sin creerlo. Qué, vos decís que hubo fraude? dije yo, que acababa de entrar y ya estaba asombrado -no daba para enojarse- . Sí, a mi me parece que sí, que no puede ser que haya sacado el 50%"... Yo: Y a mí me parece increíble que dos de cada tres personas de las que me cruzo por la calle hayan votado a Macri, siendo un inepto y un inútil como es, por las cosas que hizo y por las que dejó de hacer. Silencio. Sonreí. Yo soy de esos dijo el peladito algo incómodo. Seguí. Vos al acusar de fraude estás insultando a personas como yo, así que esto que te dije es sencillamente una devolución de gentilezas. Yo no pongo en duda que Macri haya sacado los votos que sacó, -yo lo voté también intervino el señor, que seguramente sería el dueño de esa galletitería que hasta el momento me encantaba-. Porque creo que la gente en capital está contenta por como están las cosas, y votan a Macri, al igual que en el interior están contentos, y votan a Cristina. Irregularidades hay en todos lados, acá y en cualquier parte del mundo, pero eso no significa que hubiera fraude... Pero la gente está contenta, porque no me van a comparar como están las cosas ahora de como estaban en el 2001... El señor seguramente dueño de la galletitería que hasta el momento me encantaba: Nooo... ahora están mucho peor...¿Me habla en serio? Sí, sí... Yo riéndome: Bueno, bueno, esta conversación termina acá, y me fui, medio divertido, medio alucinado, sin alcanzar a enojarme. No sabiendo si castigarlo no yendo nunca más, pero pensando al mismo tiempo que no podría entrar en la mayoría de los lugares de capital por lo mismo... me subí al auto pensando aún en esas cosas y escuchando aún la voz del señor diciendo "ahora está todo mucho peor" -ahora viene la parte gótica- cuando tomé conciencia que la voz del tipo -lo juro- era la voz de Duhalde. Sí sí, lo juro. Era como si Duhalde hubiera poseído a ese señor. la voz, la inflexión, la falsa firmeza del aserto... No pude ver si pestañeaba una y otra vez como su posesor.

Claro, si uno lo piensa bien, para votar a Duhalde -o a Carrió, o a Caamaño-  hay que estar algo así como poseído. Los ves, o ves a sus miniyos -Fernando Iglesias, la Bullrich-, y no te cabe otra. ( A Rodriguez Saa se lo dejo a mi tocayo, que está más especializado). No sé amigos ¿qué me aconsejan?

RH

2 comentarios:

  1. La negación de la realidad puede ser un síntoma de sobredosis de tv. Yo he tenido experiencias similares oyendo a gente en la cola del supermercado: nunca falta la vieja que le dice a la cajera si no tiene miedo de usar ese anillo porque con esta inseguridad...( y no, no vivo en el "far west" sino en una ciudad bastante tranqui). Si alguien suelta una barrabasada en tv nunca faltan los que se lo creen ( Duhalde cacareó bastante con el supuesto fraude, y el "todo negativo " nunca se fue.)

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  2. Claramente se trata de un error de la Matrix.
    O quizás Duhalde tiene un hermano, dueño de una galletería.
    Aunque lo de Iris suena más probable: Sobredosis de TV / no creo poder resistir / y un aire demasiado tenso / si al menos Duhalde no hubiera estado ahí...

    Abrazo.

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