martes, 30 de agosto de 2011

España prohibe llover

O que haya sequía. O los imponderables, da lo mismo. Porque a eso y no a otra cosa suena la "decisión" -el entrecomillado es tal porque en realidad no se decidió en España, España ya es decidida por otros- de prohibir el déficit en la Constitución.

Imaginemos que hay cualquier desastre fuera de España, que hace que una parte importante de sus ingresos por turismo desaparezcan. No es improbable. Asi que los impuestos derivados del consumo de esos turistas no ingresarían en la arcas del Estado. ¿Quién pasaría a ser inconstitucional? ¿Los causantes de ese desastre? ¿Los turistas que no fueron? ¿Los comercios y hoteles perjudicados por esa falta de turistas? Quizás el negocio del siglo sera venderles un seguro a los Estados, un seguro contra el incumplimiento de la Constitución. Y en caso de incumplir, todos los ciudadanos tendrían que aportar una libra de carne (gracias Jorge D.) a la compañía de seguros, que seguramente formará parte de un holding integrado con intereses en el área de comercialización de carne (humana). 
 
Que no llueva, que no llueva, la vieja España está en la cueva. En el pozo. En el horno...

RH

4 comentarios:

  1. La excusa para ajustar es ahora "constitucional".

    ResponderEliminar
  2. Lo que no consiguieron los "indignados", una reforma constitucional quiero decir, lo consiguen los "mercados", que también tiene sentimientos, al parecer. Claro que la modificación que exigen no es para más y mejor democracia como los primeros sino para forrarse más aún a costa del pueblo.
    Y como los "mercados" son tan democráticos, ya sus felpudos diarios hablan de "nerviosismo" ante la posibilidad de que haya que someter a plebiscito (como indica la Constitución) la reforma que votará previsiblemente el parlamento dominado por el PP y el PSOE...

    ResponderEliminar
  3. Los parecidos con la Argentina de los 90 no dejan de sorprender.
    En el fútobol sería morir con la nuestra.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Está muy bien lo que señala Iris: los mercados no necesitan salir a la calle para presionar y conseguir lo que quieren. Me remite siempre a la doble vara para medir las diferentes formas de presión: la de quienes tienen que poner el cuerpo y la de quienes tiene sólo que mostrar la billetera.

    ResponderEliminar

ESTÁ HABILITADA LA MODERACIÓN DE COMENTARIOS.