miércoles, 27 de octubre de 2010

martes, 26 de octubre de 2010

Ahora Clarín descubre que se terceriza

Los casi imprescindibles integrantes del Grupo de expertos en todo descubrieron que ahora, mientras Clarín anda moqueando por los rincones por la suerte de los pobres tercerizados, una empresa de su grupo, Gestión compartida, asesora para que las empresas "liberen recursos" tercerizando. Pueden leerlo aquí.

Algo semejante le ocurrió al capitán Renault en la también imprescindible Casablanca, como pueden ver

sábado, 23 de octubre de 2010

En medio de la tristeza, apoteósis de feísmo

Naturalmente, y por desgracia, no sorprende el uso de oposición y medios de la muerte de Mariano. 

"Ya lo decíamos", "se juega con fuego", y así.

Aparte del duelo, bancarse la fealdad absoluta de tantos graznidos impostando voces humanas.

Y la flagelación de muchos de los propios, como si tuvieran algo que ver con gente de la cual siempre han sido enemigos; de la que no son ni han sido nunca cómplices. Dejándose enredar en el fango de ese Behemoth que ahora ruge basura, después de haber facilitado y fomentado a lo largo de décadas las muertes de tantos inocentes.

De entrecasa, ayer alguien muy cercano dijo "el PO ya tiene el muerto que buscaba". 

No estuve de acuerdo, argumenté, no sé que dije. Estaba mal pensar así.

Pero hoy:

"El delegado de los trabajadores ferroviarios de empresas tercerizadas de la línea Roca, Flavio Bustillo, advirtió que "no alcanzó un muerto" para agilizar el funcionamiento de la cartera en relación a la puesta en marcha de una solución para la situación de 117 personas que fueron despedidas,"

Si fuera familiar de Mariano, tendría algo más que palabras con Bustillo.

PD: Triste y consternado ante tanta fealdad, le escribí a mi amigo:

"Tenías razón".

RH

viernes, 22 de octubre de 2010

¿No será hora de revolucionar el tema salud?


“Teníamos que adecuar el proyecto, si se pone este artículo, las Prepagas dejan el negocio."...

Palabras del presidente de Swiss Medical, Claudio Bellocopit, respecto de la legislación que se trata en este momento en el Senado sobre las Prepagas, y que hace referencia al hecho de que éstas -las prepagas- no quieren hacerse cargo de pacientes que tengan enfermedades preexistentes. Y podría decirse que, lobby mediante, lo consiguieron. Si uno lo piensa, la propia denominación encierra su concepción:

"Prepagas".

Sólo tenés derecho a recibir lo que ya pagaste. Un curro bárbaro, porque jamás te devolverán lo que no usaste.

Entonces ¿no sería hora de plantearse, para este tipo de sociedad que queremos, una gran revolución en el tema de la sanidad pública? Así como ahora estamos democratizando las comunicaciones, ya no sólo en sentido reglamentario, sino también en lo que hace a infraestructuras ¿no habría que plantear un plan nacional muy ambicioso de construcción de hospitales, centros de salud, centros de atención primaria, etc, para no seguir en manos de "la iniciativa privada" en algo que, en el tipo de sociedad que queremos, es un derecho y no un lujo? Y que sea nacional, porque tampoco es cuestión de seguir en las manos locales de los Macris de turno.

Tomar nosotros la iniciativa, pensarlo, desarrollarlo y hacerlo. Y que sea uno de los grandes temas del 2011.

Si pensamos en la salud como un derecho universal, su gestión, su desarrollo, no puede estar en manos de unos pocos que, en vista de la legislación que pretenden obtener, impongan que algo tan básico como la vida y la muerte de millones de personas dependa de su cuenta de resultados.

Poder hacer realidad, (por innecesarias y parásitas)  la segunda parte de la declaración de Bellocopit

...las Prepagas dejan el negocio.

¡Qué lindo sería!

RH

miércoles, 20 de octubre de 2010

EN LAS GANANCIAS TAMBIEN

¿Por qué tanta locura con el proyecto de Recalde? ¿Está mal cumplir la Constitución acaso? Ciertos empresarios de los que nunca faltan en este capitalismo bandoleril (versión criolla de una vieja utopía europea), sospechan que gente como Moyano -principal apoyo del abogado de la CGT e impulsor también del proyecto de ley- espanta inversores con iniciativas como esta. La iniciativa es el reparto de hasta un 10% de las ganancias reales de las empresas en el año. Seguramente se espantan los inversores porque ven la posibilidad de que exista una legislación similar a la que padecen en sus países de orígen.


Porque resulta que "repartir las ganancias" es una medida que remite a los equilibrios sociales de los que requiere el sistema capitalista para funcionar normalmente. No se trata de una amenaza al capital lanzada por sindicalistas sedientos de fama y poder que esperan emboscados en los caminos.


El mismo Moyano ha recordado que si los trabajadores participan de las pérdidas, también les corresponde estar en la mesa cuando se distribuyen ganancias (¿o en ese momento el personal de servicio se las debe tomar?). Pero ni falta hace argumentar tal cosa. Está en la Constitución y más, el artículo 14 bis habla de cogestión, autogestión y administración de las empresas. Así que atenti que puede (va a) ser peor.


Un datito sobre el cumplimiento de ese artículo: orgullosamente en los setentas, el sindicato de Luz y Fuerza podía exhibir la autogestión de la empresa SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires). Los delegados de los trabajadores incidían y decidían sobre nuevas centrales eléctricas y dónde era necesario instalarlas, preveían nuevos polos de desarrollo (todos sabemos que a más actividad económica, más consumo de energía) y daban cuenta en asambleas sobre lo actuado. En 1976 la dictadura dirigió su furia contra ese sindicato y esa empresa. Cesanteó más de 260 trabajadores (entre ellos delegados, comisión interna y la autoridad máxima del gremio, el compañero Oscar Smith), y luego otra tanda más. Hubieron marchas, paros, lucha, sabotajes. Secuestros, intimidaciones, detenciones, amenazas y ocupación de plantas por las fuerzas represivas. Como la lucha continuó y la conducción no se bajaba de la defensa irrestricta (en el principio de la dictadura, repito) de la autogestión y de la defensa de conquistas y el nivel salarial, Oscar Smith fue secuestrado y desaparecido hasta el día de hoy.


Parece que esas son las formas en las que los "inversores" y ciertos empresarios no se espantan.


Edelmiro F.

martes, 19 de octubre de 2010

Lo de Cobos fue y es un golpe de Estado

A ver.

La Constitución da la presidencia del Senado al vicepresidente de la Nación para que, en caso de empate, el Ejecutivo tenga un voto de calidad a su favor. Esto está totalmente tergiversado por Cobos.

Cobos no es un senador elegido por el oficialismo, que después, "en nombre de sus votantes" cambia de opinión, que es más o menos lo que se le trasmite a la gente. Cobos y la oposición hacen trampa, lisa y llanamente. La oposición tiene un voto en el Senado demás, no elegido, que no le corresponde, y el Gobierno, una prerrogativa menos que las otorgadas por la Constitución. Esto lo sabe Cobos, lo sabe la oposición, lo saben los medios. Hacen trampa, en algo que se asemeja demasiado a un golpe de Estado.

Desde la 125 para acá, vivimos en una situación en la cual la Constitución se viola en su esencia sistemáticamente. Y no debe sorprender: los que promueven esa violación son los que fomentaron golpes de Estado de toda laya, y entre el 55 y el 66 participaron en elecciones en las cuales un partido, el mayoritario, estaba proscripto. Y no olvidar que prácticamente desde su nacimiento como partido de gobierno reprimieron a la clase obrera causándole miles de muertos.

No es que Cobos deba renunciar; Cobos, y a los que  favoreció con su voto espúreo no respetan ni la Constitución, ni la voluntad popular, ni las decisiones del Congreso cuando no les favorece, puesto que judicializan instantáneamente, o presentan proyectos, como el del 82%, que, violando el reglamento, no contienen ni una línea sobre cómo se va a financiar. Como ya dijimos arriba, no es un parlamentario elegido por el pueblo que cambió de opinión y, en su conciencia considera con su deber para con sus votantes es el que considere. Su voto no le pertenece, es el del Ejecutivo.

Creo que desde el 2008 se fue demasiado contemplativo con Cobos; no debe seguir un minuto más como vicepresidente, y, con estos antecedentes, tendría que estar inhabilitado para participar en unas elecciones, puesto que durante su gestión no respetó la Constitución, aparte del juicio personal que merezca.

No sé como, pero se tiene que ir ya.

RH

domingo, 17 de octubre de 2010

¿Macri, convicto de traición a la Patria?

¿Alguien me puede explicar por qué es importante  que la embajada de Israel recomiende a un policía argentino para un cargo en Argentina?

¿O por qué es importante saber si es cierto o no? (que lo haya recomendado)

Creo que el debate se salió de su cauce por completo; al permitir que derive hacia saber si es verdad o no que Eldad conozca a Palacios o no, y que por ende esto permita deducir por eso -por conocerlo- que lo haya recomendado. Es casi intrascendente.

Me da por pensar que, sea cierto o no que Eldad haya recomendado a Fino Palacios o no, lo que no creo es que una institución argentina -en  este caso el Gobierno de la CABA- deba no sólo permitir, sino fomentar que un alto cargo de una institución armada de la Nación sea nombrado por una instancia extranjera.

Macri, me parece, está confesando  -en sentido jurídico- que cometió un delito de traición a la Patria, al involucrar en un nombramiento local a una nación extranjera, sea esta Israel, EEUU o Islandia. 
 
Y me parece que la oposición comete un error enfrascándose en ese debate a todas luces ilegal, sobre si es cierto o no que Israel lo haya recomendado: 

Macri y sus adláteres, al intentar demostrar que Eldad conoce a Palacios, y con ello que la recomendación -léase nombramiento- vino de Israel, no hacen más que confirmar su propia culpabilidad en este delito de traición a la Patria, puesto que si es cierto que ellos -Israel- saben quien es Palacios como para decir "nombrá a éste", lo saben a través de su accionar, es decir, conocen detalles que un gobierno extranjero no tiene por qué saber. Y si conocen esos detalles es porque Palacios se los contó. Y si se los contó, es un traidor, en sentido jurídico. Y quienes nombraron a Palacios basándose en esa recomendación saben esto, piden la recomendación por los -supuestos- conocimientos de hechos internos, policiales, protegidos por la ley,  de la Argentina que tiene esa nación extranjera.

Por favor, salgan de ese debate, y encaren el otro seriamente, y si es necesario, con procedimientos judiciales adicionales; el propio Macri y sus cómplices están confesando su grave delito. 

Júzgueselos por eso. Porque imaginemos esto: que se comprueba judicialmente que Palacios espiaba a mucha gente -se está demostrando que así fue- . Y al mismo tiempo el macrismo insiste en que el nombramiento vino por embajadas extranjeras. ¿Qué hay que pensar? ¿Eh?

Esto es muy muy grave, mucho más de lo que hasta ahora se especulaba.

Dejemonos de tonterías, lo que está confesando el macrismo debería llevarlos a la cárcel a todos.

RH

viernes, 15 de octubre de 2010

Como si esto fuera poco, con el 82% le consigo por la misma plata el desequilibrio de la balanza comercial, y con un poco de suerte, una hiper

Hay algo de lo que ni se habla, quizás porque nunca fue verdaderamente posible que el 82% se concretara; que son las consecuencias colaterales en el conjunto de la economía que tendría una inyección de dinero en el sistema de decenas de miles de millones de pesos.

Dicho de otra manera, un aumento individual del poder adquisitivo de alrededor del 50% en millones de personas.

No hay bienes en el sistema que permitan cubrir la demanda adicional que supondrían esas decenas de miles de millones de pesos inyectados de golpe en el sistema. No hay suficientes tomates, suficiente lomo, suficientes heladeras, suficientes autos, suficiente ropa. Y la reacción automática ante esta subida abrupta de la demanda es la suibida de precios. Ya se vio en determinados productos con la entrada en vigor de la AUH; en este caso los aumentos se dieron en productos principalmente primarios, cuya demanda adicional pudo ser cubierta en forma relativamente rápida. La demanda adicional que supondría el aumento propuesto de un saque a los jubilados no tendría respuesta inmediata, puesto que la capacidad ociosa de producción está bastante cerca de su límite, y tendría que cubrirse esa demanda con importación, con el consiguiente desequilibrio en la balanza comercial. 

Pero en lo inmediato, se convertiría instantáneamente en inflación. Quizás una hiper, el sueño húmedo de Nico Salvatore y Graciela Bevcaqua, con quiebra del sistema.

Por tanto, los asalariados verían erosionado su poder adquisitivo. Y reclamarían con razón. Imaginemos entonces que se aumente el salario mínimo. Este se lleva, 82% mediante, las jubilaciones para arriba. Sin tener en cuenta los recursos del sistema. 

Y si no se reajusta, lo que se produciría con esta inflación es un gigantesco desplazamiento de plata de los más pobres a los más ricos. Como debe ser. Y adios al consumo de las clases bajas y medias, adios al resurgimiento de las actividades productivas que lo alimentan.

Y así.

Lo del 82% es una falacia creada por la socialdemocracia para vender a sus electores que es posible un sistema capitalista perfecto, con unos derechos asegurados al trabajador separados de la propia realidad del capitalismo. Porque en el capitalismo tenés que saber de dónde vas a sacar la plata, así que no podés asegurar que haya recursos para pagar el 82, el 50 o el 120%.

Si sos bueno, tenés un sistema estatal de reparto, en el cual la plata que va ingresando al sistema la vas administrando para que suponga más inversión en tu país, y que esta inversión se transforme en puestos de trabajo estables y cada vez mejor remunerados; que esos asalariados aporten el sistema; un círculo virtuoso.  Cuando hacés las cuentas ves cuánta plata tenés para invertir para que el pozo siga creciendo, y cuanta podés ir distribuyendo a los jubilados. Y ahí decidís cómo: si la repartís equitativamente, o si la relacionás con lo aportado. Según tu idea de la justicia, y del devenir histórico. Pero lo hacés teniendo en cuenta el tamaño del pozo, no lo relacionás con algo que a priori -por desgracia- no tiene que ver más que en una pequeña parte con lo que cobren los asalariados. Además, según tu idea de la justicia y el devenir histórico -otra vez- buscarás que esos fondos vayan a la AUH, a fondos de desempleo, e incluso, a darles una jubilación a los que no aportaron nunca. Y en este último caso, porque muchos de ellos no es que no quisieron aportar; sino que los tuvieron en negro por décadas, o aún peor: les retuvieron y no lo ingresaron en donde debían. Porque de esos ha habido millones.

Si sos malo, obligás a los asalariados a que aporten todo a sistemas privados, cuya rentabilidad (la propia, no de los jubilados) está basada principalmente en las comisiones que le cobran a los aportantes, y cuyo obejtivo no es aportar al crecimiento del país origen de los ingresos que perciben, sino a hipotéticas timbas especuladoras;  y que no se hacen responsables de si sus inversiones fueron rentables o no. Sea como fuere, ellos cobrarán por mover la plata, y si las inversiones seleccionadas fueron mal, mala suerte para los aportantes. Se puede dar la paradoja -de hecho, se dio- de que una AFJP sea extremadamente rentable para sus dueños, y ruinosa para sus aportantes.

En resumidas cuentas: el objetivo de esta movida, aparte de la demagogia, es quebrar a este incipiente Estado, por la vía de la quiebra directa del sistema jubilatorio de reparto, por el desequilibrio de la balanza externa, por la generación de inflación.

Ni que lo hubiera diseñado Salvatore.

¿No lo habrá diseñado, en sus charlas de despacho de abogado con Gil Lavedra?

RH

domingo, 10 de octubre de 2010

A propósito de la nota de El País de John Carlin y ¿Carlos Pierini?

Esta semana se ha hablado mucho de la nota que firman John Carlin y Carlos Pierini en El País, "Maradona como metáfora argentina". 

La nota, como muchos ya han comentado, es un compendio abigarrado de prejuicios y lugares comunes que da un poco de vergüenza ajena. 

Pero vamos a tratar de verlo desde otro punto de vista. Porque en el caso de John Carlin esta no es la primera nota que escribe de este tenor, por lo que la verdad es que no sorprende en absoluto. Hace unos 4, 5 años (no pude encontrarla) escribió una nota prácticamente igual en el dominical de El País (el equivalente a la revista Viva), en el cual incurría en la misma sarta de prejuicios. Ya en ese entonces le escribí una carta al diario en la cual le llamaba la atención sobre su constante uso de "los argentinos"; preguntándole "¿los conoce a todos? ¿habló con todos?".

Si uno escribe en Google "Maradona Carlin", puede encontrar montones de notas idénticas, con su apogeo antes del mundial, cuando nuestra clasificación aún estaba en duda; después, oportunistamente fue cambiando de tono, para realizar este último ajuste de cuentas que, no se hagan ilusiones, no es final.

Contemos un poco más sobre John Carlin. Una de las cosas que seme ocurrieron mientras leía su artículo sobre nuestra supuesta excepcionalidad maradoniana, fue sobre el Reino Unido, y entonces lady Di. Recordé en lo asombrado que yo estaba -y aún estoy- de la pelotudez de santificar a esa señorita como la princesa del pueblo, cuando la muerte la encontró en brazos de uno de los hombres más ricos del mundo, oriundo de un país oscurantista bajo un régimen de monarquía absoluta. 

Pensé: ¿qué tienen de mejor los americanos e ingleses que nosotros, a lo hora de endiosar mitos? 

Pensé: ¿Por qué no escribe sobre eso? 

Error: sí escribió sobre eso, y más o menos en esos términos, en Diana 1961-1997: Star of the States - Nothing short of an American dream . O sea, Carlin, en sus puntos de vista, no hace prisioneros.

Y también escribió una novela, Invictus, que fue llevada al cine por Clint Eastwood, con Mandela como tema central. Y, en el colmo de la más absoluta y humana contradicción, Carlin, en el reportaje sobre la presentación de su novela en El País dice "Mandela es el Maradona de la política". Con lo que queda claro que la suya con Maradona es una historia de pasión.

Pero ¿por qué esta fijación? ¿Qué es lo que hace que un señor llamado tan británicamente John Carlin se ocupe tanto de nosotros a través de Maradona? Bien, tenemos algunos datos de su biografía; a partir de eso podemos hacernos una idea mejor. Así que, uno va a la wikipedia (perdón) y lee:

John Carlin (n. 12 de mayo de 1956) es un escritor y periodista británico. Su actividad profesional se ha centrado en política y deporte.
...
 
Vida personal

John Carlin es hijo de padre escocés y madre española. Pasó los tres primeros años de vida en North London, para trasladarse posteriormente a Buenos Aires (Argentina) ya que su padre fue destinado a la Embajada Británica en dicho país. De regreso a Inglaterra fue educado en un internado de Ludlow (Shropshire), cursando posteriormente estudios de Lengua y Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford.

A ver, hagamos las cuentas. Si nació en 1956, y a los tres años vino a la Argentina, es que vino en el 59. Una de las cosas divertidas que uno descubre entonces, es que los 10 años que vivió en la Argentina, que en el pie de su columna en El País dan cuenta sobre su solvencia, su conocimiento de causa a la hora de escribir sobre la Argentina... ¡se refieren a lo que vivió entre su tres y sus trece años! Jaja. 

Bien. Sigamos deduciendo. Si vino a los tres años, y su padre era empleado de la embajada británica, imaginemos las conversaciones en casa. Desde el 59 hasta el 69, que podemos estimar que es cuando se fue; tenía 12-13, porque su biografía dice "internado de Ludlow", que podemos suponer secundario, e inmediatamente después viene Lengua y Literatura Inglesa en Oxford. O sea, repitamos, 59 a 69, un hogar encabezado por un empleado de la embajada británica. 

Cosas que pasaban en la calle: Frondizi en sus distintas etapas, azules y colorados, Illia, Onganía, Lanusse, el peronismo proscrito al fondo, omnipresente, el verdadero problema seguramente en las conversaciones familiares. El pequeño John yendo a un colegio inglés, pero haciéndose poco a poco fanático del fútbol. me lo imagino hincha de River y pienso pobre, en medio de esos 18 años oscuros sin títulos (1957-1975), penal que ilegalmente atajó Roma en el 62 (se adelantó como 2 metros) y nos sacó ese campeonato; el del 68 contra Vélez... una década de padecimientos para el pequeño John, no cabe duda. Suelto esta elucubración porque me da que si un señor dedica después su vida a escribir gran parte de su obra a través del deporte, no sé, me parece que eso debe haber estado ahí, ya, en el pequeño John.  Y en la casa, las conversaciones en las cuales el peronismo tendría la culpa de todo en este país incorrecto e incorregible, visto desde la jaula de cristal de la British Embassy. Hasta sería probable que don Carlin senior haya compartido más de una mesa con Borges,  e intercambiaran chascarrillos al respecto. Así que aquí tenenos la siembra del John Carlin adulto, ese que nos mira con su gesto iracundo desde la foto que sin duda él eligió; así querrá ser visto. 

Hay un dato adicional, que falta en su biografía wikipédica, pero que en cambio si figura en su propia web: su primer trabajo, posterior a su licenciatura en Oxford, fue:

1981-1982 Redactor de política, deportes, y crítico de cine para el Buenos Aires Herald, Argentina

O sea, el tipo terminó la carrera y en el 81 se vino para acá inmediatamente; dictadura, Maradona en Boca, y en el 82... Malvinas.  Así que seguramente ambiente muy incómodo, pies en polvorosa, y a partir de ahí, una vida intensa como corresponsal de guerra, documentalista y novelista. Es cierto que esto debe contar entre los 10 años que vivió acá. Pero en el 82 ya se fue y no volvió.

O sea, el tipo es así, tiene sus fobias y filias. Cada tanto le sale su manía maradoargentina; ya en el 2000 hizo un documental para la BBC llamado "Maradona: dejando el hábito". Una manía.

En realidad el problema es otro. El problema es el diario El País, que encontró en él una veta que usa una y otra vez en su batalla contra los Kirchner, que es más añeja incluso que la de Clarín; todos sus corresponsales han sido virulentamente gorilas desde siempre, Marirrodriga, Gallego Díaz, Cifuentes, Rebossio. Y actúan sabiendo que todo lo que digan será reproducido gozosamente por los medios locales.

¿Y Carlos Pierini? Carlos Pierini no existe. La nota, les puedo asegurar que es 100% Carlin. El poner a Carlos Pierini es una operación para que la nota pueda ser reproducida acá ad infinitum, con la firma de un reconocido psicoanalista, en La Nación, en Infobae, y Feinmann pueda llorar de felicidad con alguien con quien compartir esa dicha. Esas cosas que se dicen La Nación en mano, en el café de Recoleta y en el "house" del country.

No hay que hacerse demasiado problema. Carlin ya nos olvidó por un tiempo; ayer publicó una nota sobre el Liverpool con tanto interés como el que puso hace unos días en su líbelo contra Maradona, nosotros, los K y demás demonios. Dejemos de engancharnos (yo el primero). Son boludeces. Es el juego al que quieren que juguemos, así nos distraemos y no prestamos atención a las cosas importantes.

PD: ¿Pierini no es igual a Isidoro Graiver? 

RH

miércoles, 6 de octubre de 2010

La gran estafa kirchnerista: artículo de Caparrós en un diario alemán

Como algo de alemán manyo, me puse a curiosear en diarios de Frankfurt  sobre las repercusiones de la visita de Cristina con ocasión de la Feria del Libro, la más importante del mundo, y en la cual este año Argentina es el huésped principal; en realidad, el anfitrión.

En Frankfurt hay dos periódicos importantes: el Frankfurter Allgemeine, de tendencia conservadora, y el Frankfurter Rundschau, de tendencia socialdemócrata. En ambos hay bastante cobertura sobre la feria, y en este último (el Rundschau) me encontré con un hermoso artículo de Wofgang Kunath sobre las librerías argentinas y sobre nuestras conductas lectoras. Pensaba traducirlo para compartirlo con ustedes, y cuando llegué abajo, al pie encontré un artículo relacionado titulado "La gran estafa". Lo abrí, comencé a leerlo con creciente incredulidad, hasta que ví a un costado el autor: Martín Caparrós. Y quien lo tradujo es el autor del hermoso artículo, así que debe tener a Caparrós por un Gran Intelectual de Izquierda. La verdad es que no sé qué decir. Pero me estremece pensar que seamos explicados de esta manera a la progresía alemana. 

Aviso: la traducción es mía, o sea, bastante de entrecasa (le pedí al traductor el original en castellano, a ver si se copa y lo manda).

Tengan a mano una palangana. Y no precisamente por la traducción.

LA GRAN ESTAFA

La dictadura militar ha generado incontables víctimas, y, entre ellas, la palabra memoria. Memoria, que quiere decir en español tantas cosas, pero que en la lengua de la Argentina de hoy es un sustantivo femenino, al cual se le adjudica un solo significado: el recuerdo de la dictadura militar de 1976-1983 y de  sus víctimas

Pero este tipo de memoria, que se manifiesta tan monumental e inconmovible, se modifica. Lo recordado cambia según el punto temporal y el objetivo. Memoria, ese gran tema argentino de las últimas décadas, pasó hasta el momento por tres fases diferentes, y que tienen en común que todas fueron escritas por las víctimas.

Los ricos de la Argentina, que gracias a los golpes militares militares conservaron su poder,  tuvieron que asumir desde el principio, que esta intervención militar fuera demonizada, porque en sus métodos era imposible de defender. Como cuenta la historia y se recuerda, los que determinaban no eran los ganadores, sino nosotros, los perdedores. Pero con el transcurso del tiempo, la memoria fue cambiando. Entre 1978 y 1995, se pensó en los activistas políticos a los que los uniformados habían asesinado, sobre todo como víctimas. Cuando comenzaron las primeras Madres de la Plaza de Mayo a aparecer  por despachos y autoridades, para buscar a sus hijos, lo último que harían era mencionar la militancia política de esos chicos, de la que por otra parte en muchas ocasiones nada sabían. Por eso presentaban a sus hijos como inocentes indefensos, que sucumbieron ante la maldad de un grupo de perversos sedientos de sangre

Esa lectura fue tomada por las organizaciones de derechos humanos, lo que se reflejó en el informe “Nunca Más”, en el cual se volcó el horror recogido por una comisión investigadora. En ese texto aparecen los secuestrados y asesinados como personas sin historia anterior, se informa sobre ellos sobre cuando fueron secuestrados y asesinados. Por eso comenzó a  denominarselos en general como desaparecidos

Esto se modificó a partir de los noventa, cuando algunos de nosotros comenzamos a insistir con que se los haría desaparecer por segunda vez si sólo los rememoráramos como objetos de sus verdugos en lugar de como sujetos con sus propias decisiones, a los que se les expropiaba su historia anterior.

Por ello se hicieron esfuerzos para devolver a los desaparecidos sus historias de vida. Se conoció más sobre su vida, y sobre los caminos que habían transitado, y así salió cada vez más a la luz, que la mayoría fueron víctimas de la dictadura, porque habían decidido luchar por un radical cambio de la sociedad que los uniformados defendían.

Esta nueva manera de recordar las historias de vida permitió darles un sentido político más abarcativo. Y a través de ello fue también posible, recordar que los asesinos no mataban porque fueran perversos, sino porque querían mantener su orden social y económico, que al final triunfaron y fueron la base de la Argentina de hoy. Al mismo tiempo comenzó un debate serio y mejor documentado sobre los objetivos y práctica política de los activistas, sus errores y aciertos.

Hasta que en el año 2003 llegó al poder Néstor Kirchner. Quien sabe cómo se le ocurrió a este gobernador de una provincia muy patagónica el repentinamente considerar a los activistas de los setenta como sus antecesores políticos, tomarlos como referencia histórica, él, que con veinte años de ejercicio del poder en Santa Cruz nunca mostró el menor interés sobre este tema.  Para ello debía falsearse la historia: ya que Néstor Kirchner y su mujer Cristina no tenían ninguna intención de asumir convicciones socialistas, las que habían costado la vida a los militantes de aquel entonces, los convirtieron entonces en unos extraños activistas  socialdemócratas; rescataban la militancia, pero los vaciaron de contenido yl objetivo político. De esta manera pudieron convertir a estos militantes revolucionarios en mitos fundacionales de un gobierno que pudiera reconstruir el estado burgués en Argentina y poder incorporarlos en su rol dentro del capitalismo globalizado

Cómo funciona esta operación, se mostró claramente cuando fue el presidente Kirchner a Vedia, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, al inaugurar un par de aulas y unos metros de asfalto. Dijo que lo movía ir a Vedia, porque en los setenta había debatido con”algunos desaparecidos” de Vedia, “cómo podríamos construir un país mejor”, y que, “como soñamos en ese entonces, ninguno podía imaginarse que eso podría ser realizado como presidente, lo que hubieran querido para Vedia”. Sus camaradas murieron  en lucha por el socialismo, y él decía, que lo que hubieran querido era un par de metros de adoquines y las aulas.

Con esta estrategia los Kirchner llevaron a cabo un fraude fundamental: que este gobierno sea la voluntad de los hombres y mujeres de aquel entonces. Esto es asombroso: porque cada análisis de las correspondientes expectativas de los unos y de los otros sacan a la luz resistencias inconciliables. Pero en una sociedad sin un proyecto común, en la cual cada alternativa es reemplazada por un pragmatismo barato, la retórica
puede ocupar un lugar de la política. Algunos intelectuales se han visto envueltos en este verso  y han cerrado los ojos a lo que los rodea. Se han dejado arrullar. Ayudan además a popularizar esta impostura y a generalizarla. Por ello muchos argentinos creen que los que hoy gobiernan, serían  como los activistas políticos de los 70. Por tanto creen, por su ejercicio del poder, que esos activistas revolucionarios muestran hoy su peor cara, porque mienten, porque amenazan, porque se enriquecen.  Lo que permite por otra parte a las cabezas del establishment , revisar las formas convencionales del pensamiento. Por décadas, por la presión de la sociedad tuvieron que convivir con la idea de que hubo una voluntariosa juventud  que murió por sus convicciones. Con las desvergonzadas maniobras del gobierno pueden retomar el imaginario de los medios de comunicación masivos que ya en 1976, al comienzo de la dictadura, legitimaron los asesinatos; que los activistas políticos eran individuos violentos, peligrosos, falsos, malos, llenos de odio y avaricia, que lo que les pasó lo tenían merecido.

La porción de la sociedad, que ganó la batalla política y económica con el golpe del 76, puede ahora, después de la gran estafa kirchnerista, pasar al contraataque: porque ellos quieren ahora también controlar las formas de la memoria. Libros, artículos, debates televisivos: la lucha ya está en la calle, y es dura.


Fuente: Frankfurter Rundschau

Pueden ver el original en alemán aquí.

RH

martes, 5 de octubre de 2010

La conexión UCR-Nicolás Salvatore-Indec-bonos de deuda

Hace unos meses publicamos una nota titulada "Inflación: una conspiración contra todos los argentinos". En ella contábamos qué había detrás de Buenos Aires City, consultora encabezada por el economista Nicolás Salvatore y la socióloga Graciela Bevacqua, (directora del Indec en el momento de su intervención) y cuyo índice IPC City era presentado por los medios hegemónicos como el posta en la medición de la inflación; y usándolo como punta de lanza en su embestida contra el Indec.

Nicolás Salvatore saltó a la fama por una declaración suya en el Facebook:

“Este gobierno termina con el mundial, es motivo de celebración. la inflación es un fuego santo, purificador, que incendiará a todo el kirchnerismo en la hoguera. Brindo por Phi (inflación esperada) esperado!! Y no solo brindo, me voy a encargar, como todos los meses, de que Phi esperado sea alto, muy alto, recontra alto, como diría el finado Guido Di Tella”.

La presunción de objetividad de los datos que pueda aportar su consultora queda entonces algo en entredicho.

Ahora, Salvatore vuelve a saltar a la fama por ser protagonista de unos acontecimientos que tuvieron lugar en su cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas, a resulta de los cuales terminó siendo acusado de insultar y maltratar a dos chicas. Pueden ver el relato de los hechos aquí.

Volvamos a nuestro post "Inflación...". 

Una de las hipótesis que desarrollamos, es que durante la administración previa a la intervención del Indec, utilizando la "Metodología 13", se manipulaban los índices para que dieran lo más altos posible de manera tal que los tenedores de bonos de deuda ajustados por el CER cobraran más; que descubierto esto, se había procedido a la intervención. 

Como naturalmente los interesados no iban a quedarse con la miel en los labios, a partir de ese momento comenzaron su ofensiva para recuperar el control de la situación. Usando la técnica del acoso mediático al Indec intervenido, vienen intentando hacer creer a la sociedad que las cifras del Indec influyen en la vida cotidiana de todos los argentinos. Esto es particularmente diáfano en las declaraciones de Estenssoro en el Senado:

Por su parte, la senadora porteña María Eugenia Estensoro calificó de “desaparecidos en la Argentina a la verdad y la información”. La legisladora de la Coalición Cívica denunció además que el “gobierno mantuvo en secreto las estadísticas violando un derecho humano básico como es el derecho a la información”.

O sea, tremebundas palabras vacías de contenido. Aparte de los bonos ajustados por el CER pocas cosas tienen su ajuste vinculado a dicho índice. De hecho, los salarios en grandes empresas se ajustan en negociaciones colectivas, las jubilaciones han ido aumentando muy por encima del índice de inflación, y los precios de acuerdo a oferta y demanda ("qué te puedo cobrar..."). Sin embargo, mediante estas operaciones mediáticas, lo que se intenta es desestabilizar a través de la generación de inflación por expectativas, "el Phi esperado" del que habla Salvatore en sus incendiarias palabras.

De todos modos, la del ajuste interesado de la inflación para favorecer a los bonistas es una hipótesis; no había aparecido aún la "pistola humeante" en el lugar del crimen.

Y si bien aún no apareció, comienzan a haber indicios de rastros de pólvora en las manos de algunos, ahora veremos cómo. Para ello, volvamos a la actualidad. 

Salvatore, al dar su versión de los hechos de los que fue protagonista hace unos días en la FCE, dice que se va a presentar voluntariamente para que lo investiguen ..."Y adelantó que se presentará con el patrocinio del abogado y diputado radical Ricardo Gil Lavedra."

Humm. O sea, "mi abogado es Gil Lavedra". Sin pensarlo.

Se conoce a Gil Lavedra  por su participación como fiscal en el juicio a las juntas; eso suele tapar todo, y resulta casi de mal gusto fijarse en otras cosas. Pero con el paso de los años, uno se da cuenta que muchos de los protagonistas de ese entonces llegaron a ese lugar por reparto, por formar parte del escalafón en el momento preciso; y si bien puede que hayan cumplido con su deber -como era su obligación por otra parte-, las historias de cada protagonista siguen después de esos hechos, como tenían una historia anterior a los mismos. Como se hizo público hace poco, Strassera fue fiscal durante la dictadura, y los datos sobre su papel no parecen ser alentadores; por no hablar de Carrió.

Gil Lavedra. Publicamos hace tiempo una nota sobre él, en la cual contábamos por ejemplo que en su declaración jurada de bienes, era el "más rico" del gobierno de la Alianza, y nos preguntábamos sobre si el origen de esa fortuna personal fueron determinados casos en los que tuvo participación. Ahora Niapalos nos brinda un ejemplo actualizado, sobre un juicio que hace Binner a Nación por fondos de coparticipación. Binner encargó su trámite a Gil Lavedra, a pesar de contar con una extensísima nómina de abogados del Estado en Santa Fé. Hablamos de mucha mucha plata, y todo el asunto tiene un aroma arrebatador de industria del juicio. 

Y ahora el nombre Gil Lavedra aparece, así, espontáneamente en boca de Nicolás Salvatore como su abogado natural en un caso que puede ser algo escandaloso, pero, qué quiere que le diga, parece menor.

Si uno se pone a revisar, ve que Nicolás Salvatore es sacado a pasear con profusión por la UCR, por ejemplo aquí, y,  naturalmente, en la audiencia pública convocada por el Senado para tratar el tema del Indec, que fue publicitada por la página de Morales con el cínico título de ¿Qué Indec necesita el país?. 

O sea, Salvatore, el que declara públicamente su intención de manipular los índices de inflación para perjudicar a un gobierno, es uno de los expertos convocados permanentemente por la UCR para todas sus actividades, y en particular, para hablar sobre el Indec. Y ahora, cuando se mete en un lío ajeno a todo esto, dice inmediatamente ser patrocinado por Ricardo Gil Lavedra.

¿Por qué? 

Quizás tengamos una clave en esta nota de Horacio Verbitsky de mayo del 2002, sobre las negociaciones con el FMI durante el gobierno de Duhalde:

...De ahí el asombro del ministro de Economía, Roberto Lavagna, cuando preguntó al Banco Central con qué abogados del FMI debían comunicarse los del ministerio para aclarar un par de puntos confusos en el proyecto de ley reclamado por Anne Krueger. “Emilio Cárdenas y Ricardo Gil Lavedra”, le contestaron. De Gil Lavedra no se conoce un interés personal directo en el caso, aunque su previo desempeño como ministro de Justicia del gobierno responsable de la catástrofe hubiera reclamado mayor recato a la hora de asesorar a los auditores internacionales que no cesan de prometer penurias y pesares al país.

A ver la secuencia. Megacanje. Default. Canje de deuda. Bonos. Bonos ajustados por el CER. Y omnipresente Gil Lavedra, como ministro de la Alianza, como abogado del FMI, como abogado de Nicolás Salvatore. ¿Y qué enseña Nicolás Salvatore en la facultad? Mercado de Capitales. O sea, acciones... bonos. Mmmm...

Y ahora, el Senado opositor intenta imponer que el Indec vuelva a las autoridades anteriores a la intervención, o sea, Graciela Bevacqua, socia de Nicolás Salvatore en Buenos Aires City, y con ello, a la aplicación de la Metodología 13, sospechada de ser aplicada para favorecer a los bonistas y perjudicar al Estado argentino. Y éste es en realidad el único objetivo de todas las operaciones mediáticas que soliviantaron a la opinión pública con el tema del Indec, como en su momento lo hicieron con el tan temido "riesgo país" en el 2001. En ambos casos la pieza codiciada es siempre la misma: apropiarse de la Argentina de una vez y para siempre. Y "políticos" como Gil Lavedra, y partidos como la UCR, están siempre ahí, del lado de los apropiadores, sin ningún tapujo.

Como dice Verbitsky, sin mayor recato.

RH